Gisèle Delorme busca consolidar la presencia de sus franquicias en México

Pese a que el concepto de belleza evoca frivolidad o vanidad en el pensamiento de muchas personas, es una realidad que para otras implica un compromiso con la sanidad corporal y espiritual. Así lo visualiza Gisèle Delorme, una firma de raíces galas que llegó a México hace ya prácticamente una década y que hoy en día, busca reforzar su presencia en el mercado nacional a través de la oferta de experiencias y su esquema de franquicias.

"Nosotros más que un producto, vendemos un concepto, 'belleza a la medida'", explicó en entrevista Carmina Cisneros, quien hace 8 años, con la ayuda de sus socios, adquirió la casa matriz de la compañía engendrada por la creatividad de Gisèle Delorme (visionaria del universo cosmético) 37 años atrás.

De acuerdo con Cisneros, la empresa ha sido muy bien recibida por los usuarios mexicanos, tras comprobar que tratamientos y artículos se adaptan a los requerimientos de su piel y su cuerpo, lo cual se suma a los plausibles hábitos empresariales de actualizar la oferta de servicios y de cumplir con protocolos de aplicación profesionales.

"Hemos tenido mucho éxito en spas y en hoteles, tanto en playa como en ciudades", celebró Carmina, previo a exponer cómo funciona su modelo de franquicias, que tiene impacto en 15 países del globo, entre ellos Francia, España y Malasia.

En este sentido, la directora general de la franquicia confirmó la existencia de tres opciones:

Franquicia completa: requiere un nivel de inversión de 1,000,000 pesos y la posesión de un local de 100 metros cuadrados (ubicado en un lugar tranquilo y con buen estacionamiento). Incluye planos de remodelación de local, asesoría constante, manuales de procedimiento y producto a su costo (50% por debajo del precio para el público). Su retorno de inversión se ubica en un plazo de 18 a 24 meses.
Franquicia Beauty Bar: necesita un local de 50 metros cuadrados y un nivel de inversión de aproximadamente 400,000 pesos. Este tipo de franquicia está diseñada para el diagnóstico y la venta de producto sobre recomendación. El retorno de inversión se espera en un lapso de 20 meses.
Módulo de maquillaje: es un modelo creado para el entorno de centros comerciales y demanda una inversión de 120,000 pesos.
"Nuestras franquicias no son masivas, porque es una propuesta de nicho, pero para un inversionista es un modelo atractivo, porque no hay franquicias como la nuestra en el mercado. (...) Hay de belleza, de depilación, tipo spas, pero nunca manejando su propia línea -que se compone de aceites esenciales, activos capilares, shampoos, maquillaje, etc.-", sentenció la directiva, antes de recordar que el valor agregado de la firma radica en su capacidad para ponerse a la vanguardia, así como en la eliminación de regalías.

A un año y medio de la implementación de este esquema de negocios, Gisèle Delorme cuenta ya con cinco franquiciatarios en el país: tres bajo la modalidad de franquicias completas -Hermosillo, Distrito Federal y Veracruz (apertura en un mes) y dos pertenecientes a la categoría Beauty Bar -Monterrey y Querétaro.

Pero estos logros son apenas el preámbulo de proyectos venideros, asequibles en un entorno comercial que ha vuelto a despuntar tras la etapa neurálgica de la crisis económica mundial. Tan sólo en nuestro país, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), al 2011 el valor de mercado del sector "salud y belleza" sobrepasó los 9 mil millones de dólares y para 2012, la industria cobijó la aparición de más de 60,000 nuevas empresas.

En prospectiva, agregó la empresaria, el negocio aspira a cerrar el año con un crecimiento de 20 o 30% con respecto a 2012, mientras que para 2014, buscará inaugurar su propio instituto, cuyo objetivo será formar a profesionales de la belleza que estén plenamente certificados.