Noticia -

México, tierra de oportunidades para emprendedores españoles

17.01.2013

Carlos Delgado, presidente de Compensa Capital Humano, explica su incursión en México. Animado por sus clientes se planteó cruzar el Atlántico y comenzar en el país latinoamericano su expansión internacional. Recuerda que fue un gran paso muy meditado: "Nos dedicamos a asesorar a empresas en el diseño de paquetes de compensación flexible, una actividad condicionada por la legislación fiscal y de seguridad social aplicable. A partir de finales de 2010, hicimos varios viajes de prospección en los que, gracias a la intermediación de algunos de nuestros proveedores, contactamos con diferentes empresas que ahora son nuestros clientes".
Compensa abrió oficina formalmente el pasado mes de mayo en México DF. Delgado considera fundamental ir de la mano de alguien que conozca el mercado antes de montar allí un negocio: "Sólo la capital de México es un monstruo de 25 millones de habitantes en el que te puedes encontrar de todo".

La aventura

Carlos Espinosa, socio junto a Jon Larrabeiti de Center for Innovative Execution (CFIE), firma que presta servicios de valor añadido a directivos, inauguró sede en el país azteca a comienzos del año pasado: "Había trabajado allí con empresas del Ibex 35 durante varios años y conocía la dinámica. Un mercado entre cuatro y seis veces superior al español y un PIB que el año pasado creció un 3,5%, fueron determinantes. México es similar a España hace diez años: sus compañías demandan apoyo para crecer".
La consultoría y la asesoría son sectores con mucho futuro. Sin embargo, tanto Espinosa como Delgado apuntan que, a diferencia de hace unos años, no vale todo: "Las compañías quieren un servicio que realmente les aporte un valor añadido, algo que huya de la gestión generalista".

En este sentido, el socio de CFIE identifica a los profesionales liberales como abogados, arquitectos o ingenieros como algunos de los perfiles más demandados por las multinacionales aztecas. "Otros sectores con mucho atractivo para los negocios son el informático y los relacionados con los servicios de información".
Los trámites burocráticos de puesta en marcha son similares a los españoles, "salvo que la Administración mexicana no está tan automatizada", comenta Espinosa, quien añade que, a diferencia de nuestro país, "para constituir una sociedad anónima no se requiere un capital mínimo, y el desembolso necesario para crear una sociedad limitada son 3.000 pesos, unos 180 euros. Otra de las ventajas para instalarse es que no existe ninguna restricción para los extranjeros".
Aunque para emprender en cualquier nuevo mercado es recomendable contar en los inicios con un socio local, Delgado dice que en su caso optaron por hacerlo en solitario: "No tenemos socios locales porque compensamos la posible debilidad con las alianzas que tenemos con empresas grandes; esto es, con nuestros proveedores. Sin ese apoyo hubiera sido difícil".

Dónde me instalo

Abrir una oficina en el lugar idóneo es clave. El centro financiero está en México DF, y allí se han instalado estos emprendedores. Aunque ambos reconocen que en el desembarco inicial el mayor apoyo lo obtuvieron por parte del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que les asesoró a través de sus programas sobre la particularidades del país y les permitió establecerse en su centro de negocios en la capital azteca. Tras unos meses, optaron por alquilar una oficina. El coste por metro cuadrado ronda los 30 euros. Encontrar un emplazamiento es relativamente sencillo. No obstante, la dificultad para conseguir avales bancarios y personales ralentiza bastante la puesta en marcha.

En cuanto al día a día, Espinosa afirma que, a diferencia de hace quince años, "DF es una ciudad bastante segura para un hombre de negocios. Te puedes tomar un café en la calle con total tranquilidad". Delgado opina lo mismo; sin embargo, advierte que conviene circular con cautela por determinadas zonas: "Se aprecia más violencia en el norte del país debido al narcotráfico, sobre todo en Monterrey".
Ambos empresarios coinciden en que la forma de trabajar de los mexicanos es muy anglosajona: "Se nota la influencia estadounidense. Los clientes saben cuáles son sus necesidades, cómo quieren cubrirlas y demandan concreción desde el primer contacto", concluye Delgado.

Contratar a golpe de talonario

Lo de cambiar de empresa por un aumento de sueldo es algo habitual en México. Carlos Espinosa, socio de CFIE, explica que "los salarios en puestos de base y nivel medio son muy bajos, el equivalente a unos 600 euros mensuales, lo que hace que los profesionales se vayan a otra empresa por apenas 100 euros más. Por el contrario, en los puestos de responsabilidad existe una inflación retributiva: un directivo que en España gane 80.000 euros anuales, puede llegar a duplicar esa cantidad trabajando en México". El nivel de rotación de personal es, por tanto, bastante elevado en un país en el que, según Espinosa, el nivel académico de los ejecutivos es muy alto: "La mayoría de ellos ha estudiado en Estados Unidos y es bilingüe, un perfil que me gustaría reclutar para España".