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The Beer Box
The Beer Box

The Beer Box, la franquicia de las cervezas del mundo

07.05.2012

Pilar y Gerardo emprendieron en la importación de cerveza; hoy tienen 47 tiendas en todo el país con una exhaustiva selección de lo mejor de esta bebida gourmet.

Al pueblo mexicano le gusta la cerveza. Desde Cozumel hasta Tijuana. De hecho, México es el sexto consumidor a nivel mundial de esta bebida, con 60 litros per capita por año.

Bajo esta idea, Gerardo Luna, un sibarita del mundo de la cerveza, decidió poner fin a su trabajo de diseñador gráfico, para emprender en un negocio innovador, y que cada vez más se replica con éxito por todo el país: The Beer Box.

Se trata de un concepto de tienda gourmet, donde convergen alrededor de 350 marcas de todo el mundo, las muy conocidas y también las que prácticamente son difíciles de encontrar. Todas perfectamente acomodadas por categoría y regiones, bajo una atmósfera con una luz tenue que invita observar detenidamente cada etiqueta.

Fue en un viaje de trabajo en el 2002 donde le surgió a Gerardo la idea de implementar este concepto en México. “Probé una cerveza holandesa, y pensé: ojalá la tuviéramos en nuestro país, ya que el mercado se encuentra dominado por los dos grandes grupos cerveceros. Entonces vi la oportunidad de arrancar algo, aunque no tenía claro el cómo”, dice Luna, director general de The Beer Box.

Gerardo le cuenta la idea a su esposa, Pilar Silva, y ella, en complicidad, apoya a su marido y poco a poco su papel de mamá y ama de casa se transforma en el de una mujer empresaria que cree que este proyecto puede tener éxito.

“Primero fue un hobby, pero realmente las cosas empezaron a salir bien. Al investigar, nos encontramos que había muy pocas personas que importaban cervezas aquí, pero daban muy caro. Así que nos dimos a la tarea de buscar proveedores que nos dieran un precio más barato. Empezamos con 50 marcas, pero lo más importante, el cliente podía combinar sus cervezas en una caja, de ahí nuestro nombre”, dice Pilar, directora de finanzas.

Aproximadamente 20,000 pesos fue el monto para iniciar este negocio, que sirvió para arrancar una página en Internet y unas cuantas cajas para vender. Hoy tienen ventas hasta por 700 cajas a la semana.

En franco crecimiento

2005 fue el año de despegue. Acudir a expos relacionadas con alimentos y bebidas fue trascendental para dar a conocer la marca. La distribución era prácticamente de persona a persona por toda la ciudad. Luego, los dos empresarios hicieron alianzas con restaurantes, empresas y clientes privados.

“En 2006 salí de Televisa y mi liquidación se invirtió en crear un concepto de tienda, en la zona de Satélite. Para abrir, arrancamos con 250 mil pesos, y las ganancias se reinvirtieron para aperturar otra tienda más, ahora en la Condesa”, comentó Gerardo.

Actualmente existen 47 tiendas en todo el país, de las cuales tres son propias y las 44 restantes operan bajo el formato de franquicia, cuya inversión total, dependiendo del tamaño del local, va desde 350 mil pesos hasta 1.5 millones de pesos. En cuanto empleos, se han generado alrededor de 100 plazas. Cada tienda alberga un 70% de marcas importadas y 30% nacionales, la mayoría de ellas artesanales.

Silva apuntó que entre 2010 a 2011, el crecimiento fue de 150%. “Tenemos el propósito de convertirnos en una importadora directa, y seguir abriendo franquicias. En este momento estamos en pláticas con la Asociación Mexicana de Franquicias para buscar asesoría en materia de profesionalización del negocio y consultoría”.

17 años de casados

Como pareja, llevan 17 años de casados. Como socios empresariales tienen siete años. De modo que sacar adelante esta empresa ha implicado también muchos contratiempos como socios y esposos.

“Nos une mucho la filosofía de amar la cerveza. También creemos que los negocios no deben ser solamente para hacer dinero. Hemos tenido fuertes tropezones, pero lo importante es que el reto como proyecto de vida sigue adelante”, dice Pilar.

Por lo pronto, la pareja está muy contenta de las recientes aperturas en Monterrey y Santa Fe, esta última ofrece una degustación de quesos artesanales. Además, acaban de abrir otro establecimiento en Satélite.

“Cuando iniciamos, un nombre tentativo para el negocio fue 'Ariles', que significa 'sueños', nosotros no vamos a dejar de soñar. Queremos ayudar a cambiar la cultura cervecera en México y demostrar que hay más allá de las marcas de siempre. Es un reto muy alto, pero creo que vamos por buen camino para honrar a la cerveza y por qué no...llevar nuestro concepto fuera de México”, concluyó Gerardo.